El origen de El Cortijo: la inspiración detrás del estudio
- 20 oct 2024
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Cortijo Andaluz en Gaucín. Fuente: Villas & Fincas
Este estudio nace del deseo de crear edificios que cuenten historias y evocan sensaciones. Desde el principio, me ilusionaba la idea de conjugar el equilibrio entre arquitectura e ingeniería, proyectando espacios atractivos que respondieran a una función clara. Cada estancia debe estar al servicio de quien la habita, tal y como ya argumentaba L. Sullivan en 1896 con su célebre frase: "la forma siempre sigue a la función".
Para mí, El Cortijo evoca mis raíces. Es un concepto que quiero transmitir a través de mi trabajo: la tradición recuperada y adaptada a las necesidades contemporáneas. Un cortijo simboliza la vida rural, la conexión con la tierra, el refugio y la paz, valores que busco reflejar en hogares donde las personas se sientan conectadas con su entorno y puedan disfrutar de la simplicidad y la belleza natural.
Mi inspiración proviene principalmente de la arquitectura mediterránea, con sus formas sencillas, materiales naturales, tonos cálidos y texturas. En cada proyecto, considero la luz natural como un material más, y siempre procuro que los espacios se integren con su contexto de manera armoniosa.
Desde los primeros bocetos, busco que cada proyecto se adapte a las necesidades de las personas que lo habitarán, por eso me baso en el método que coloquialmente denomino “el cortejo”, para llegar a conocer hasta el más mínimo secreto de cada familia: sus manías, sus rutinas, sus gustos… Creo firmemente que la arquitectura puede ser una forma de arte, pero también debe adaptarse a cada persona y ser sostenible. Por eso, en mis proyectos, integro soluciones que buscan mejorar la calidad de vida, como la optimización del uso de la luz natural, la ventilación cruzada y el uso de materiales autóctonos y sostenibles.
Cada proyecto es único, y por eso me baso en un proceso que coloquialmente llamo “el cortejo”. Este enfoque me permite conocer los secretos de cada familia: sus manías, sus rutinas, sus gustos. Creo firmemente que la arquitectura puede ser una forma de arte, pero también debe adaptarse a cada persona, ser sostenible y sobrevivir al paso del tiempo.
El camino hacia la creación de El Cortijo ha sido un viaje lleno de aprendizajes y experiencias. Desde mis primeros años estudiando arquitectura e ingeniería, siempre tuve claro que quería construir algo propio, donde pudiera liberar mi creatividad y materializar mi visión, mi pasión y mi compromiso.
Te invito a seguir este camino conmigo, donde cada proyecto es una nueva historia por contar.
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